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Salud

Agujetas: significado y tratamientos

Las agujetas, una experiencia que sufren con frecuencia los deportistas y entusiastas del ejercicio, pueden llegar a ser tanto un signo de progreso como un inconveniente doloroso.

En este artículo, abordaremos diversas dudas relacionadas con las agujetas y te brindaremos consejos prácticos y útiles para lidiar con ellas.

¿Qué son y cómo prevenir las agujetas?

Las agujetas, técnicamente conocidas como dolor muscular de aparición tardía, son una sensación de dolor, rigidez o debilidad que ocurre después de realizar un tipo de ejercicio físico al que tu cuerpo no está acostumbrado.

Este fenómeno se suele dar especialmente después de haber realizado una sesión de ejercicio intenso.

La prevención de las agujetas puede ser más sencilla de lo que piensas. Debemos tener en cuenta que el proceso de adaptación del cuerpo a nuevas actividades requiere tiempo y paciencia.

Si te estás introduciendo a un nuevo régimen de ejercicio o estás aumentando la intensidad de tus entrenamientos, hazlo de manera gradual. Este enfoque, conocido como «progresión gradual«, es esencial para evitar la aparición de las temidas agujetas.

como prevenir las agujetas

Al enfrentarte a una nueva rutina de ejercicios, debes empezar desde los cimientos y construir poco a poco.

Al incrementar lentamente la intensidad y la duración de tus entrenamientos, tus músculos tendrán tiempo para adaptarse y recuperarse, lo que te permitirá evitar el dolor y la molestia de las agujetas.

Un buen calentamiento debería aumentar tu temperatura corporal, incrementar tu frecuencia cardiaca y preparar tus músculos para el trabajo que se avecina.

Al calentar, tus músculos se vuelven más flexibles y resistentes, lo que reduce el riesgo de lesiones y agujetas.

Igualmente, el enfriamiento después del ejercicio es tan crucial como el calentamiento. Durante este período de enfriamiento, tu cuerpo se recupera del estrés al que ha sido sometido durante el ejercicio.

Tratamientos comunes para las agujetas

Lo primero y más importante es dar a tu cuerpo tiempo para sanar. El reposo y recuperación son componentes esenciales en cualquier régimen de ejercicios, especialmente si estás experimentando agujetas.

Es posible que necesites tomar un descanso de tu rutina de ejercicios habituales o, al menos, reducir la intensidad para permitir que tus músculos se reparen.

El cuerpo humano es una increíble máquina de autocuración, pero necesita tiempo para hacer su trabajo.

Las terapias de calor y frío son otro remedio popular para las agujetas. Estas terapias pueden ser tan simples como la aplicación de una compresa caliente o fría en el área afectada, o alternar entre duchas calientes y frías.

El calor puede ayudar a relajar los músculos tensos y mejorar la circulación sanguínea, lo que acelera la eliminación de subproductos metabólicos, como el ácido láctico. Por otro lado, el frío puede ayudar a reducir la inflamación y el dolor.

Además de las terapias de calor y frío, el estiramiento suave y el masaje también pueden ser útiles para aliviar el dolor y la rigidez de las agujetas. El estiramiento puede mejorar la flexibilidad y la movilidad, mientras que el masaje puede promover la relajación muscular y la circulación sanguínea.

Sin embargo, debes ser cauteloso al estirar o masajear los músculos adoloridos para evitar lesiones adicionales.

Mantenerse bien hidratado y seguir una dieta equilibrada rica en proteínas y nutrientes esenciales también puede apoyar la recuperación muscular y ayudar a aliviar las agujetas. Te recomendamos seguir consejos contra el calor y mejorar tu dieta con productos de nutrición deportiva Farmacia Tuset, donde encontrarás magnesio y pastillas de recuperación muscular para aliviar las agujetas.

La hidratación adecuada es necesaria para el transporte de nutrientes y la eliminación de residuos del cuerpo. Las proteínas, por otro lado, son fundamentales para la reparación y construcción de tejidos musculares.

Cómo diferenciar las agujetas de las lesiones y fatiga muscular

Las agujetas, las lesiones musculares y la fatiga pueden generar dolor e incomodidad, pero es crucial diferenciarlas correctamente para abordar cada una con el tratamiento adecuado.

La clave está en conocer los síntomas y las características de cada uno de estos tres tipos de dolor muscular.

Dolor muscular de aparición tardía

Se caracterizan por una sensación de dolor, rigidez y debilidad que generalmente aparece entre 24 y 72 horas después de un ejercicio intenso o una nueva rutina de entrenamiento.

El dolor de las agujetas se puede sentir en los músculos que se trabajaron durante el ejercicio. Normalmente, las agujetas desaparecen por sí solas en unos pocos días, aunque pueden persistir hasta una semana en casos más severos.

Aunque el dolor puede ser bastante intenso, no debería impedir la movilidad o el funcionamiento normal.

Lesiones musculares

El dolor de una lesión muscular suele ser agudo y se produce durante o inmediatamente después del ejercicio. Se localiza en un área específica y puede ir acompañado de hinchazón o moretones.

Además, puede persistir hasta que la lesión se haya curado por completo, lo que puede llevar semanas o incluso meses.

Incluso experimentar una pérdida significativa de fuerza o rango de movimiento, y el dolor puede ser lo suficientemente severo como para limitar tus actividades diarias.

lesiones musculares

Fatiga muscular

El dolor causado por la fatiga muscular a menudo se siente como una sensación general de cansancio y debilidad en los músculos. A diferencia de las agujetas o las lesiones, la fatiga muscular puede afectar a todo el cuerpo.

La fatiga muscular por lo general desaparece después de un descanso adecuado y la recuperación. Otros síntomas pueden incluir dificultad para concentrarse, disminución del rendimiento deportivo y sensación de pesadez en los miembros.

Las agujetas son una parte común de la experiencia de hacer ejercicio. Aunque pueden ser incómodas, en general, son un signo de que tus músculos están trabajando y adaptándose a nuevas demandas.

Con una prevención y tratamiento adecuados, puedes minimizar su impacto y seguir disfrutando de tus actividades físicas favoritas.