¿Cómo detectar el autismo en bebés?
Detectar el autismo en bebés puede ser un desafío porque los signos y síntomas pueden variar ampliamente y, a menudo, son más sutiles en los primeros meses de vida.
En este artículo, analizaremos los primeros signos y señales que los padres y cuidadores pueden buscar para detectar el autismo en los bebés.
Es importante recordar que el diagnóstico de autismo generalmente lo realiza un profesional de la salud, como un pediatra o un psicólogo gestalt especializado en el trastorno del espectro autista (TEA). Siempre habla con tu médico si tienes preguntas sobre el desarrollo de tu bebé.
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Sin contacto visual
Los bebés mantienen contacto visual regular con sus padres desde una edad temprana. Si no lo hace, podría ser una señal por la que alertarse. Cuando un bebé no hace contacto visual con frecuencia, puede estar indicando que algo en su desarrollo puede no estar yendo según lo planeado. Ante la falta de estos gestos puede adoptar muchas formas diferentes, como desviar la mirada de los demás, girar la cabeza o actuar sin responder a los intentos de los padres de establecer contacto visual.
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No responde a su nombre
La mayoría de los bebés reaccionan cuando se les llama por su nombre después de unos meses. Si tu bebé no responde a tu nombre, podría ser una señal de autismo, sobre todo si perdura mucho tiempo. Generalmente, puedes esperar que el recién nacido comience a mostrar reacción al llamarle alrededor de los 9 a 12 meses de edad. Sin embargo, es importante recordar que los bebés crecen a ritmos diferentes y pueden tardar más en alcanzar ciertos niveles de desarrollo.
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Dificultad para comunicarse
Los bebés con autismo pueden tener retrasos en el desarrollo del lenguaje o tener dificultades para comunicarse de forma no verbal, con gestos. La comunicación es un aspecto fundamental del desarrollo de un recién nacido e incluye tanto la expresión de necesidades y emociones como la comprensión del entorno del bebé. Suelen comenzar a comunicarse a una edad temprana mediante el llanto, las expresiones faciales y el contacto visual, y más tarde mediante gestos y el desarrollo del lenguaje.
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Comportamientos repetitivos
Algunos bebés con autismo pueden hacer movimientos o comportamientos repetitivos, como sacudir, aplaudir o golpear objetos repetidamente. Los bebés con autismo varían ampliamente en la forma y frecuencia de comportamientos repetitivos. Algunos recién nacidos muestran los síntomas todo el tiempo, mientras que otros solo los muestran cuando tienen estrés o sobre estimulación. La presencia de conductas repetitivas por sí sola no es suficiente para diagnosticar el autismo. Esto se debe a que estos comportamientos también pueden estar presentes en otros trastornos o incluso en niños de cierta edad.
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Falta de interacción social
A los recién nacidos les gusta interactuar socialmente con sus padres sonriendo e imitando acciones. Puede haber un signo de autismo si tu hijo parece huir de estas interacciones. La falta de interacción social de un bebé puede manifestarse de diversas maneras, pero no significa necesariamente que no pueda interactuar con los demás. Pueden sentirse abrumados por determinadas situaciones o tener dificultades para comprender y responder a las señales sociales.
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Dificultad para jugar
El juego es una parte esencial del desarrollo de un niño y aporta oportunidades de aprendizaje, expresión, interacción social y exploración del mundo que lo rodea. Un bebé muestra interés en el juego desde una edad temprana, participando en actividades como jugar al escondite e imitando los sonidos y gestos de los padres.
Pero jugar puede resultar difícil para los bebés con autismo. Pueden tener dificultades para jugar de forma imaginativa o social con otros niños o adultos.
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Hipersensibilidad o hipoactividad sensorial
La percepción y el procesamiento de estímulos sensoriales es un aspecto importante del desarrollo de un bebé. Un recién nacido explora constantemente su entorno, prueba diferentes texturas, sonidos, sabores y luces y, a menudo, aprende sobre el mundo que lo rodea.
Sin embargo, el procesamiento sensorial puede estar desregulado en bebés con autismo. Esto puede manifestarse de dos formas principales: hiperestesia o hipoactividad. Los bebés con hipersensibilidad sensorial pueden reaccionar de manera intensa y aversiva a ciertos estímulos sensoriales. En cambio, los bebés con hipoactividad pueden parecer insensibles o desinteresados en ciertos estímulos sensoriales.
Es importante destacar que estos síntomas varían de un recién nacido a otro y no todos los bebés con autismo presentarán estos síntomas. Si tienes preguntas sobre el desarrollo de tu hijo, te recomiendo que busques el consejo de un pediatra o especialista en trastornos del espectro autista. Cuanto antes decidas e intervengas, mejor será el desarrollo del bebé. Los pediatras y especialistas en autismo están capacitados para diagnosticar con precisión los signos y síntomas, lo que puede guiar hacia las mejores opciones para el tratamiento.