¿Cómo mejorar la ortografía en casa?
Los problemas de ortografía en los niños se pueden resolver fácilmente en casa, permitiendo a los pequeños escribir de una forma más notable y con mayor soltura, sin miedo a equivocarse. Para evitar las faltas ortográficas, hay varios consejos que los padres pueden utilizar, permitiendo a los niños mejorar notablemente y divertirse al mismo tiempo.
Métodos tradicionales para mejorar la ortografía
Hay varios métodos que se usan con frecuencia cuando se quiere mejorar la ortografía en los niños. Su uso garantiza los resultados esperados, e incluso se pueden adaptar a cada niño, permitiendo que aprendan de una forma que les gusta y a su propio ritmo.
Entre los métodos tradicionales que los padres pueden usar para ayudar a mejorar la ortografía en casa, se encuentran los siguientes.
Utilizar el diccionario
Una buena manera de mejorar su ortografía es con el diccionario. Hay que enseñar a los niños a utilizar esta herramienta, con el objetivo de verificar la forma correcta de escribir distintas palabras.
De igual manera, el uso del diccionario incentiva el hábito de la lectura y los entusiasma a investigar. Para buscar en el diccionario no sea aburrido, hay versiones ilustradas e interactivas que hacen el proceso más entretenido.
Escribir cartas
Mediante la escritura de un texto libre, los niños tienen la oportunidad de identificar y corregir los errores ortográficos que cometen con más frecuencia. Lo recomendado es dictar un texto para que ellos lo vayan escribiendo, indicando en qué aspectos se falló, para así lograr una retroalimentación más positiva.
Ejercicios morfológicos y fonológicos
Comprender las reglas de la ortografía mediante la estructura de las palabras, la distinción de los fonemas y las sílabas, ayuda a los niños a mejorar notablemente la ortografía.
Existen diversos ejercicios entre los cuales elegir, sin embargo, se aconseja usar la formación de familias de palabras que comparten una misma raíz, para después modificarlas y ver cómo se transforman.
Método de copia
Una práctica habitual por los resultados que ofrece es reescribir las palabras que más cuesta memorizarse. Esto con el objetivo de que aprenda a escribirla de la forma correcta, evitando cometer nuevamente el error.
Sin embargo, es un método monótono que puede aburrir a los niños, evitando que la recuerden adecuadamente. Lo ideal es combinarlo con otros métodos, para conseguir un mejor resultado.
Método sensorial para mejorar la ortografía
El método sensorial es una propuesta de Forgione, el cual es estudiado por diversos autores reconocidos, y se encuentra formado por cuatro fases diferentes, asegurando un correcto aprendizaje de la ortografía.
Fase visual
En esta fase se escriben las palabras a memorizar, identificando los grafemas y la separación silábica. Para potenciar los resultados, se recomienda usar colores llamativos para que los niños asocien los conceptos con mayor efectividad.
Fase auditiva
En la siguiente fase, se procede a asociar la imagen con los sonidos de las palabras. Los padres deben mostrar de forma correcta la pronunciación y articulación de las palabras, al mismo tiempo que enseñan a los niños la representación gráfica.
Fase gnósica
Una vez que se trabaja la fonética y la forma del concepto, se procede a enseñar a los niños el significado de las palabras. Para esto, se pueden usar ejemplos sobre cómo, y en qué contexto se deben usar las palabras.
Fase motora
La fase final del método sensorial es la motora, la cual se realiza después de cumplidas las anteriores, dado que se garantiza la percepción de las palabras por distintos canales.
Cuando se adquiere la memoria motriz, por medio de la repetición sistemática de los trazos y las correcciones, los niños aprenderán de forma efectiva las palabras, mejorando su ortografía.
En todo caso, es necesario repetir el proceso las veces que haga falta hasta que los niños aprendan las palabras.
¿Por qué se origina este problema?
Cuando los niños van creciendo y aprenden a escribir, es normal que cometan diversos errores ortográficos. Sin embargo, cuando pasa un tiempo y el problema persiste, hay varios factores que lo pueden ocasionar.
Existen problemas neuropsicológicos, como el trastorno de déficit de atención, que provoca la falta de concentración en los niños. Esto aumenta las posibilidades de que escriba mal las palabras, o confunda determinadas letras.
También se debe comprobar si los niños son disléxicos, esto provoca que su cerebro vaya más rápido que la vista al momento de leer o escribir, generando mayores dificultades al establecer una relación entre los sonidos y las letras.
En ambos casos, se recomienda ir con un especialista para que inicie el tratamiento adecuado, y superar así estas dificultades a la hora de escribir. Si los niños no presentan ninguno de estos problemas, es posible que existan otros motivos para sus problemas de ortografía.
El más común es la falta o baja de motivación. Si los niños se aburren en clase o no les interesa leer y escribir, aumentarán las faltas ortográficas por la disminución de su atención.
Ante el exceso de reglas, a los niños les cuesta memorizarlas todas, siendo necesario que usen más tiempo para asimilarlas de la forma correcta y a su propio ritmo.
Además, si el léxico no es el adecuado para su edad, las faltas ortográficas son más usuales, dado que escucha palabras que no comprende, y que no usa en sus actividades diarias.
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